Hola...
En realidad, tomando en consideración experiencias del pasado y haciendo mucha memoria, recordando y reflexionando, he tenido miedo aceptarme, de entender que ser mujer es algo que desee desde mi propio nacimiento, al saber que cuando pude vestirme por mi mismo, el primer deseo fue vestirme como niña, como un reflejo, como algo que era evidente para mi, como si eso hicieramos las niñas... tal cual, como si una niña fuera la que moviera mi cuerpo sin tener en cuenta que ese cuerpo no correspondía con la percepción de los demás... muchas dudas vinieron, ¿qué podría pensar un infante de cinco años sobre sexo, genero, desorden, etc?, yo me miraba y me gustaba verme de mujer, mi imagen interior... hasta la fecha, ha sido de una mujer.
Recuerdo que cuando me exploraba mis genitales... veía una linea que pasa por todo el pene hasta los testiculos y más abajo... recuerdo bien... que pensaba que había nacido con los dos sexos y que mis papas habían decidido dejarme como hombre y que ahí estaba la evidencia y la cicatriz... de esa manera me explicaba por qué tenía ese deseo enorme de sentirme mujer... se que mi deseo era ser mujer, porque a los cinco años, veía las modelos de ropa interior, o las mujeres de las revistas de mi madre y solo existía en mí el deseo de ser como ellas, de veme igual.. al menos cuando creciera... pero lo único que encuentras son preguntas sin respuesta... porqué sentirme como mujer era tan liberante para mi, hacer esa conexión con la ropa que usaban, con prendas específicas que definian el genero, como el deseo de usar brasier, pantaletas y pantimedias... las que me ponía a escondidas, cuando mis hermanos no se daban cuenta, para mi pequeño cuerpo, era muy fácil ponerse las pantimedias, se sentía increible, se sentía algo que dentro de mí decía que sería una gran mujer, hermosa y elegante... nunca perdí una oportunidad de usar las zapatillas de mi mamá, hasta que pasé a la pubertad y me empesaron a quedar pequeñas, pero para mi emoción, las medias se ajustaban hermosas, me sentía plena... es indiscriptible, verme en el espejo y ver un cuerpo cercano a la de una mujer, con tan solo 11 años, el deseo no había desaparecido.
Recuerdo en esos seis años, de los 5 a los 11, fué hermoso, me podía ver como mujer, me veía bonita en el espejo, me dejaba peinar por mi hermana y mis amigas, jugaba sin inhibición con mi amiga, una vecinita que tuve en esos años, de mi edad, que me invitaba a jugar con sus muñecas y peluches, me gustaba, jugabamos mucho, como amigas, nos entendíamos como amigas, tanto que no perdiamos oportunidad para estar juntas, platicar, jugar como dos niñas, sin prejuicios, sin que nadie nos criticara por la manera de jugar, y cuando era posible, dejaba que me prestara alguno de sus vestido, anque fuera por encima, para jugar, crecer así, vistiendo como mujer, y viendome linda en el espejo cada vez que podía era grandioso, en ese enotonces, tenía un labial favorito, claro, de mi madre, él que ella abandonó porque no le gustó, ese lo aproveché yo, y por ahí de los 8 ya me pintaba la boquita, que era lo único de maquillaje que podía hacer para mi edad y para las oportunidades... recuerdo que esperar un momento preciso, hacía que mi corazón latiera sin cesar... para reencontrarme conmigo misma,,, pero una va creciendo, a esa edad la ropa de niña te queda linda, pero llegas a un punto en que ya superaste la talla de niña, pues yo tuve que empesar a usar ropa de mi madre, a escoger sus mejores pantaletas, las que fueran de mi gusto y empecé a pintarme las pestañas, la boca y ponerme sombras, tenía ya los 10, y me encantaba verme como señorita, mis compañeras de la escuela ya empezaban a usar algun brillo labial o pinturas para niñas, yo por mi parte, usaba lo que encontraba en el ropero de mi madre, donde ya tenía todo listo y preparado para la oportunidad, recuerdo que nunca me atrajeron los niños y las niñas causaban una admiración en mi, conforme pasó el tiempo, las niñas eran lo máximo y los niños... pues no se, eran seres presindibles.
La etapa más triste es convertirse de niña a mujer, el viaje se termina y ya no se una igual, pero no importa, solo faltan los senos, que no crecen mucho al principio, pero que bien hubiera deseado, ya me vestía completa de mujer y hasta me maquillaba y paseaba por toda la casa... sintiendome la gran diva... y... veía la puerta de la calle con tentación, deseaba salir a la calle.
Exponerse como mujer, es algo que hice desde pequeña, primero fue ante mis hermanos quines llamaron a mi mamá y todo quedó como una broma, a lo cual, yo quise rebatir y quedarme como estaba, pero no fue posible. la veces subsecuentes ya eran para regaño, así que no lo volví a intentar más. Quise salir en muchas ocasiones, pero no era posible, y no fue hasta la universidad, que salí a dar una vueltesita cerca de mi casa de estudiante, con unos shorts entallados una blusita aguada y unas medias hermosas!!!!, sentía algo dentro de mí que me sacudía, me hacía sentir libre, más solo fué esa ocasión. La universidad fue una etapa lejos de mi casa, con un lugar mio todos los fines de semana, compartía a habitación con varios compañeros... pero el fin de semana se iban a sus lugares de origen o salían de visita... aprobechaba para estar hermosa... hey!!! pero de dónde sacaba la ropa???? WOW!!! fue muy difícil, pero fuí a comprarla a un supermercado, fue allá a principios de los 90's, las medias más bellas de mi vida fueron echas en esa epoca, bellas medias de likra brillante de colores blanco, champagne, gris y natural... pero, lo difícil fue comprarlas, porque me sentía mal al acercarme a escoger en el mostrador, me latía el corazón como si fuera a irse, las mejillas las tenía rojo natural y yo buscando con cierta rapidez, más o menos escogiendo, hasta que al fin... elegía una. Lo mismo me pasó cuando escogí mi ropa interior de mujer... pero la experiencia de comprar fue completamente a solas... y vestido de hombre... vaya, sí que casi desvanesco al pagar.
Mi deseo... seguía siendo el miso, deseaba ser mujer, aun cuando vivía entre hombres... nunca me atrajeron, aun así. Aunque ya a esa edad... llegué a pensar... que algo seguí mal... no me atraían los hombres pero yo disfrutaba de ser mujer y quería ser bonita para los demás, ser llamativa y en ocasiones que me admiraran por lo bella... algo sin duda seguí ahí, arrastraba desde la infancia un secreto que parecía incomodo para los demás, algo que me hacía sentir culpable o pervertido o raro pero sin una explicación o respuesta concisa, así pues, me convencí de que mi problema era psicológico y que tenía un desorden sexual psicológico.
Hoy, aun cuando ha pasado casi media vida, no puedo evitar pensar en qué fué realmente lo que pasó en mi infancia... y por qué hasta hoy sigue conmigo... traté de darle un sentido sexual malformado durante la adolecencia, pero en realidad... venía de antes de que siquiera pudiera tener conciencia de lo que el sexo significaba. Hoy, me he aceptado, pienso mucho... lo pienso mucho una y otra vez... si vale la pena hacer el cambio o es mejor seguir así... tengo que pensarlo bien, pero no dejo de verme como una mujer prisionera, eso deprime mucho cuando tengo periodos largos de soledad, porque tengo suficiente tiempo para pensar en lo que soy y lo que he sido... estar sola me invita a ser como siempre he querido ser... en fin, si tengo un deseo, es el deseo de ser mujer o regresar volviendo a nacer con un poco de mi conciencia actual para saber que esta vez estoy donde debería estar.
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